jueves, 8 de septiembre de 2011

No al derribo de la presa de Inturia

En el río Leitzaran hay una presa singular por varios motivos: la presa de Inturia. No es muy antigua (1913) y no se usa ya para su finalidad original (regulación de caudal); pero es muy pintoresca, con sus vistosos escalones, y tanto la presa como el remanso de su embalse están completamente integrados en el paisaje del valle. Se construyó para regular el caudal de la central de Bertxin (cuya presa de derivación está un poco más abajo). Justo aguas abajo de la presa comienzan los restos del canal de la ferrería de Inturia, junto al cual se encontraba un molino de esta ferrería (del cual también quedan algunos restos).

Foto: Xabier Cabezón (2002)
Pero esta presa supone también un problema, pues es un obstáculo prácticamente insalvable para los peces, en especial los salmónidos (truchas y salmones). Ya hablé algo de esto hace casi un par de años.

Básicamente hay dos formas de solucionar este problema. Una de ellas consiste en la eliminación (total o parcial) del obstáculo, con carácter irreversible (desaparición en el caso de patrimonio histórico); y la otra es construir una escala de peces en un lado de la presa, que permita la ascensión de los salmónidos. Las dos soluciones son costosas y tienen sus más y sus menos, pero la gran diferencia entre ambas está en la conservación o no de la presa, detalle crucial en el caso de que ésta tenga interés histórico o de otro tipo.

A finales de 2008 la Diputación guipuzcoana ya había descartado la construcción de una escala de peces, pues en esas fechas se encarga y adjudica la redacción del proyecto de demolición de la presa (proyecto que se entrega un año más tarde). Ignoro qué pasos y justificaciones se dieron para descartar esa primera opción; al menos no aparecen en internet.
Foto: Xabier Cabezón (2006)
En 2009 la Diputación consultó a una serie de personas, administraciones e instituciones. Entre ellas se encontraban la Dirección de Patrimonio Cultural de la Diputación Foral de Gipuzkoa, que no dio ninguna respuesta, y la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco, que pidió respetar la presa tanto por su tipología y estructura como por su paisaje. Una cosa quedaba clara, confirmada luego en la memoria del proyecto de demolición: entre los restos catalogados y protegibles de la ferrería de Inturia no figuraba el canal de ésta (mucho menos el molino). La ferrería de Inturia está declarada Zona de Presunción Arqueológica, y en consecuencia es un elemento protegido por ley.
Molino de Inturia
Foto: Xabier Cabezón (2006)
En septiembre del mismo año la Dirección General de Medio Ambiente de la Diputación consideró que no es necesaria una evaluación de impacto ambiental. Además de la afección ya indicada a la ferrería de Inturia, de los más de 200.000 m3 de capacidad que tiene el embalse una buena proporción actualmente son lodos, que se esparcirían río abajo, con todas sus consecuencias.

No tengo ninguna duda de que debe abandonarse el proyecto de demolición de la presa y sustituirlo por la construcción de una escala de peces. No creo que se haya demostrado que esta última sea una mala solución. Aún en el hipotético caso de que su coste fuese comparable con el del derribo, se preservaría un elemento de gran personalidad plenamente integrado en el valle. Todavía se está a tiempo.

Si, de todas formas, es inevitable ese derribo, sólo me queda pedir que no se toque la margen izquierda del río aguas abajo de la presa, para no dañar el canal de la ferrería. Igualmente es imprescindible respetar la integridad del puente de Inturia. Y, por último, bajo la presa es posible que aparezcan vestigios relacionados con la antigua presa de la ferrería, que habría que estudiar y preservar.
Foto: L. Jaime

Esta entrada sigue en:
Van a derribar la presa de Inturia en su centenario (5/8/2013)
La piqueta ya está en Inturia (28/8/2013)
Presa de Inturia: sigue el derribo (5/8/2014)
La presa de Inturia se acerca a su final (30/9/2015)

1 comentario:

Sergio dijo...

Este fin de semana estuvimos por el Leitzaran, camino de Leitza y Lekunberri; con niños, bicis y carrito. Nos paramos, como siempre, a ver la presa.
Habiendo una solución que la mantenga y solucione el asunto de los peces ¿qué problema hay? Si sólo contamos con el coste económico mal nos irá en todos los casos.