sábado, 29 de agosto de 2009

Prehistoria ampliada

Dentro de mi página sobre el Leizarán tengo una sección sobre la prehistoria en el valle del Leizarán. Las zonas altas del valle (las divisorias de aguas y líneas de cimas y collados) conservan muchos testimonios de que hace miles de años el hombre ya vivía en estos lugares. Como tantos otros elementos de nuestro patrimonio, estos también sufren de vez en cuando la ignorancia, desidia, etc. de los que nos movemos en sus proximidades. Por ello sigo pensando que, cuanto más conocidos sean, mejor.

Pero esa sección tenía un defecto: era pequeñita, muy resumida. En parte lo solucionaba mediante enlaces a otros trabajos, en especial los de Jonathan.

Aprovechando estas vacaciones he podido dedicar algo de tiempo al asunto, y he completado una serie de páginas (29 en total) sobre los monumentos megalíticos que hay catalogados en esta zona. Me he basado en los documentos de la Carta Arqueológica de Gipuzkoa (suplementos de la revista Munibe, de 1982, 1990 y 2002) y en las publicaciones que he comentado de Jonathan, y he añadido alguna aportación mía. Las zonas que recojo son la Estación megalítica de Belabieta (divisoria SW del Leitzaran con el río Berastegi) y la Estación megalítica de Onyi-Mandoegi (divisoria NE del Leitzaran con el río Urumea); de esta última sólo pongo aquellos monumentos que están dentro de o en la divisoria del valle (porque yo lo valgo).

Una pequeña digresión lingüística: la forma correcta de escribir en castellano el nombre de los círculos de piedra es crómlech, con tilde en la o. Y la forma correcta para el plural de crómlech es crómlech, igual que el singular, sin añadir -s ni -es.

lunes, 24 de agosto de 2009

Una vuelta por Abadekurutz

La que hemos dado ayer por la mañana Jonathan y yo (Ander ha preferido pasar calor por otras rutas). El objetivo principal era visitar lo que queda de los crómlech de Abadekurutz. Como pasa muchas veces, en diversas publicaciones las coordenadas de estos monumentos no eran muy correctas, y en una ocasión anterior me quedé con las ganas. Ahora, gracias a Jonathan, las piedras están perfectamente localizadas.

Pero he echado en falta un par de elementos que últimamente moraban en estos lugares. Una de las ausencias creo que hay que interpretarla como buena noticia (yo siempre tan optimista). Hace unos pocos años habían instalado en la cima de Abadekurutz y en Beatarri (en el espolón que baja hacia el Leitzaran) sendas torres con anemómetros, etc. para tomar datos meteorológicos, para el proyecto de una estación eólica en este cordal montañoso (estación de Mandoegi). Pues bien, han desmontado la torre situada en la cima. Pensaremos que tiene que ver con un aplazamiento sine die del proyecto o incluso con su paralización.

La otra falta me ha dado más pena: parece que la liebre ya no tiene refugio. ¿Será otra confirmación de lo que dice Sergio: los gamberros leen blogs?

martes, 11 de agosto de 2009

Otro sel: el de Urlio

Siguiendo mis principios (o sea, la X y la A) continúo publicando artículos sobre seles del Leitzaran de los que no se conoce actualmente ninguno de sus mojones ni límites, ni es probable que se conozcan, por haber sido eliminados. Ya os hablé sobre esto en El misterio de los seles desaparecidos, y más exactamente en el último párrafo (el que no se lee nunca).

Esta vez le toca a un sel de curioso nombre: Urlio (antiguamente también Hurlio). Sabemos poquísimo sobre él, pero afortunadamente se ha conservado el topónimo.

En Urlio hay una borda para ganado que todavía se conserva bastante bien, aunque por poco tiempo (el tejado ya amenaza con algún derrumbamiento). Creo que se trata de una de las más "hermosas" del valle, pues tiene una planta que supera los cien metros cuadrados. Vamos, que podría anunciarse así en el periódico: "Borda de 100 m2 con tres habitaciones, cocina-salón-comedor, y amplia caballeriza de 60 m2". En serio, da mil vueltas a muchos pisitos. La pena es que literalmente está hecha una cuadra.

Si alguna vez pasáis por sus proximidades, visitadla.

martes, 4 de agosto de 2009

Los pilares de Unanibia

Hay un punto en el valle del Leizarán en el que se produce un cambio sutil. Si nos acercamos motorizados desde Andoain, aquí se acaba el asfalto, y el lugar nos invita a aparcar aquí el coche. Si llegamos desde Andoain por el Tren-txiki, acabamos de cruzar el túnel largo, y también lo notaremos. Hasta aquí había casas, caseríos, fábricas; aún estábamos un poco pegados a la civilización. A partir de este sitio, salvo otro par de caseríos y centrales que nos despiden, entraremos en un valle despoblado, menos transitado, que invita a descubrirlo y a disfrutarlo (rompiendo las zapatillas, contando los pinchos de las zarzas...).

Hablo de Otita (originalmente Otegieta, luego Oteita, y ahora oficial e increíblemente Otieta), antiguamente importante cruce de caminos, próximo a la ferrería de Olaberria. Actualmente en este punto se ubica el Centro de visitantes Leitzaran.

Otita es particularmente conocido por la estampa del precioso puente de Unanibia o puente de las brujas, recién reparado y limpiado (creo que a partir de ahora nos ofrecerá una estampa muy diferente).

Junto a ese puente hay, en el río, unos pilares de piedra que siempre han llamado la atención. Semejan los restos de otro puente que se dirige... a la escarpada roca del monte de enfrente, o sea, a ningún lado.

Hace unos meses estuve en el lugar con Patxi Urruzuno y Todor Martínez, y me mostraron una serie de elementos (hierros, una excavación en la roca, etc.) que, una vez unidos, permiten dar una explicación a la funcionalidad de esos pilares. En concreto, lo más probable es que formasen una especie de presa (un tanto curiosa) para tomar agua con destino a la central hidroeléctrica de Lizarkola.

Todo ello lo recojo en un nuevo artículo que he incorporado a la web del Leitzaran: los pilares de Unanibia.

Por supuesto, será necesario indagar para tratar de confirmar la hipótesis sobre esa presunta presa, pero todo apunta a que es cierta.