Hoy hace dos años que un accidente evitable destruyó parte de un resto arqueológico: las paredes de la antigua ferrería de Plazaola, en el río Leizarán. Ante la impasible mirada de los responsables institucionales, el propietario de las ruinas de Plazaola remató la faena sepultando de forma irreversible lo que aún hubiera tenido algún arreglo.
El propietario de las ruinas, propietario también de la hidroeléctrica que originó el desaguisado, es doblemente culpable. Por el estado de las paredes antes del accidente (agravado por un recrecimiento de la altura del canal), y por intervenir en su reparación (de forma catastrófica) sin la autorización y revisión de los arqueólogos pertinentes, tal como indica la ley.
Las instituciones, en particular la Diputación Foral de Gipuzkoa, son doblemente culpables. Por no personarse en el lugar del accidente (fueron debida y repetidamente avisadas) y así evitar el estropicio posterior, y por no sancionar posteriormente al autor de los destrozos (la impunidad ha sido total).
Los restos históricos son patrimonio cultural DE TODOS. En este caso la responsabilidad de su conservación es del Gobierno Vasco, quien a su vez transfiere esta competencia a la Diputación. Las leyes, promulgadas por el GV, son muy claras, y están orientadas a la protección efectiva de ese patrimonio. Pero hay que cumplirlas, hacerlas cumplir a los demás, y sancionar su incumplimiento. Al final, ¿es todo un montaje de "qué buenos somos", y nada más?
Silencio total.
PD - La cultura no son sólo los toros y la SGAE.
PD2 - Los susodichos culpables tienen nombre y apellidos.
La etapa del próximo domingo 24 de noviembre
Hace 19 horas
3 comentarios:
Qué tristeza, Xabier. ¿No crees que convendría remover esto un poco, darle cancha? Me ofrezco para intentarlo, tanto en los blogs como quizá en algún diario.
Por lo visto aquí sólo cuenta Mirandaola.
Por otra parte (Navarra), y en cuanto a Vías Verdes, en el 2007, la del Plazaola recibió el Premio Europeo; al que agregará el de Turismo "Reyno de Navarra" que acaba de concedérsele al Consorcio Turístico del Plazaola. Unos, tanto; y, otros, olvidados...
Saludos
Ander, quizá tengas razón. Ya hablaremos. Lo cierto es que cuantos más seamos, mejor debería ser.
Ujué, así son las cosas. A los que se mueven en el terreno de las pesetas, todo son premios. Habrá que hacer que las ferrerías coticen en bolsa, a ver si así cambian las tornas.
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