miércoles, 31 de agosto de 2016

Los postes de luz de Santolas...

...a veces eran simples árboles.

Los postes “de verdad” (unos palillos de hormigón armado) llevaban la electricidad desde la central de Santolas (en el río Leitzaran) hasta Andoain (Portu Hermanos, luego Celulosas de Andoain).

Pero esa electricidad viajaba también a otro destino mucho más cercano, el caserío Olloki. Y si humilde era el destino, también lo era el transporte: dos alambres soportados por postecillos de madera y, si venía bien, por estratégicos árboles a los que se clavaban un par de aisladores de porcelana.


Los postes de hormigón han desaparecido casi todos, y los de madera todos. ¿Y los árboles? Pues resulta que queda uno, ya agonizante, que se ha caído hace poco sobre el río. Está en la pista que lleva a la central de Santolas, antes de su última curva a la izquierda; la próxima riada casi seguro se lo llevará por delante.

Mientras tanto, aún podemos contemplar las dos piezas de baja tecnología que sobresalen tímidamente.

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