El pasado enero ha concluido la destrucción de la presa de Inturia, en el río Leitzaran. Sobre ese derribo ya he hablado anteriormente.
Después de la tercera fase de la demolición y posterior lavado por parte del río, en la orilla izquierda (justo aguas arriba de la ex-presa) apareció una estructura de piedras apiladas de clara factura humana. Por su posición y altura lo más probable que correspondiese al canal de la ferrería de Inturia, si bien sería preciso hacer un estudio adecuado para confirmarlo. En cualquier caso se trataba de algo anterior a la construcción y llenado del embalse derruido, es decir, anterior a 1913.
Como decía, en enero les han entrado las prisas y han adelantado la cuarta fase de la demolición (prevista para agosto). Y, oh sorpresa...
De forma gratuita han rascado con una excavadora la pared izquierda del río precisamente donde se encontraban las piedras citadas arriba, arrasando con todo. Digo de forma gratuita porque la zona estropeada no afectaba para nada la recuperación del río, la estabilidad de la ladera ni nada.
¿Los autores del estropicio? La empresa "Construcciones Echaide", de Tolosa, que trabaja para Hazi (Fundación del Gobierno Vasco), Ura (Agencia Vasca del Agua) y la Diputación Foral de Gipuzkoa, dentro del proyecto Guratrans.
Adiós a otro testimonio arqueológico en un acto de puro vandalismo. Esto sí que no tiene remedio.
4 comentarios:
Algunos hallazgos,suponen para las empresas de construcción,retrasos y muchos inconvenientes y problemas,para las diputaciones gastos y más gastos y de no tratarse de algo que vaya a suponer beneficios,la herencia cultural les interesa lo que tu ya sabes.
saludos Xabier.
Qué vergüenza :(
Así es, pero en este caso me permito una observación. Sería mucho suponer que los técnicos supieran lo que había ahí, salvo que se les avisase, pues algunos, no sé si todos, eran de fuera, cuando menos los de Ura y, por otra parte y como suele ser habitual, los maquinistas no son licenciados o aficionados a la Historia, Etnografía o materias similares. En esta ocasión apostaría un regaliz a que nadie fue consciente de lo que estaba haciendo, lo cuál no resta importancia y gravedad; es más, todo lo contrario, demuestra nuestro desdén, nuestro desprecio por la cultura.
No olvidemos que en la Licenciatura (ahora Grado) de Historia se estudia lo que se define como “Arqueología de salvamento”; esto es, que el cachondeo con nuestro patrimonio cultural es generalizado y no puede ser de otra manera mientras los cargos políticos (salvo honrosas excepciones) tienen un nivel de formación política deplorable. He conocido a historiadores “reconocidos” en cargos políticos que han generado más pena que gloria (y sin ir muy lejos).
Anónimo, completamente de acuerdo.
El problema es que, si bien los de Ura (y los maquinistas y demás) eran totalmente desconocedores de todo lo que no fuese la presa propiamente dicha, había más elementos interesados, como la Diputación, que incluso tienen su propio arqueólogo (al menos sobre el papel), empresas encargadas de cuidar el patrimonio arqueológico (como Lurrailan), etc., que sí se les debe presumir un cierto conocimiento de estos elementos.
A lo largo de mis estériles denuncias en este blog he insistido, precisamente, en la existencia del canal de la ferrería y, por lo tanto, la posibilidad de que hubiera más restos (con el consiguiente riesgo de destrucción). Pero no sirve de nada.
Sé que en la Diputación y entidades satélites leen mi blog (no voy a entrar en detalles), por lo que les supongo enterados de lo que hay. No tienen perdón.
¡Ah! Y gracias por seguir este humilde blog. Un saludo.
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