Iñaki Aguirre es colaborador habitual en la revista Hementxe (de Andoain) sobre temas variados, muchos de ellos relacionados con el valle del Leitzaran. Entre otros trabajos es autor de una extensa monografía sobre las Edificaciones Pastoriles de Andoain (Andoaingo paperak - Papeles de Andoain, nº 7, 1995). En el nº de enero de 2009 de Hementxe (en la página 5) publicó un artículo sobre un par de karobiak u hornos caleros que había localizado a orillas del arroyo Katalansoro (que sirve de frontera entre Andoain y Billabona). En el artículo daba suficientes datos como para poder localizarlos.
Ayer por la mañana me he dado una vuelta por las laderas del monte Belabi que bajan hacia Katalansoro, tratando de seguir varios senderos antiguos que conducen a la zona en la que están los hornos. Total, que casi todos los caminos están tan intransitables por la vegetación que no he visto la forma de acceder al arroyo. Uno de los caminos parecía más limpio, pero pasa por terrenos particulares en los que había ganado, así que he tenido que desistir por ahora. Ya veremos el invierno que viene, cuando las zarzas pierdan su agresividad...El caso es que no he conseguido llegar a esos caleros, pero... vas a por una cosa y vuelves con otra; al final, la mañanera valió la pena. Junto a una de las sendas he localizado otro karobi (que seguro que Iñaki ya tendrá catalogado). Está a unos 45 metros al este de Txertuetako borda, algo más abajo que la pista que bordea Belabi por el este, bastante tapado por el monte bajo. Está derruido parcialmente, pues le falta toda la parte frontal (la parte opuesta a la ladera, en la que se encontraba la boca inferior). Tiene unos 2,5 metros de diámetro interior, y la parte visible de la pared tiene 3 metros de altura (el fondo del horno tiene tierra y cascotes).
Otro horno para contabilizar en nuestro patrimonio arqueológico. Poco a poco estoy preparando una nueva sección para la web del Leizarán, sobre los karobiak u hornos caleros que existieron en el valle; en ella trataré de ofrecer más detalles sobre este calero. Mientras tanto, disculpad por la pobre fotografía que he podido obtener, pues la vegetación lo tapaba todo.
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