sábado, 17 de enero de 2009

Compremos televisores de plasma

Queridos lectores, la gente en general debemos de tener una cara de gilipollas que asusta. Que se ve a la legua. Si no, no me explico cómo ocurren tan a menudo tomaduras de pelo como la siguiente. Son muy frecuentes; esta vez no me he querido aguantar: prefiero escribir esto en caliente.

Día 17 de enero de 2009, ETB 2, teleberri (espacio informativo) de las 15:00. El reportero nos comunica una noticia: el rumor de que, en Europa, van a prohibirse los televisores de plasma "por contaminantes" (por el contexto se deduce que es debido a su excesivo consumo eléctrico). A continuación, el periodista nos informa de que las grandes marcas fabricantes de estos aparatos han desmentido el rumor. Vale, hasta aquí no hay peros.

Después viene la manipulación descarada. Nos ilustra con el dato de que tanto los aparatos de plasma como los de tecnología TFT (LCD) consumen, de promedio, 300 vatios. Y, a continuación, "...bastante menos que una lavadora cuando centrifuga, que consume unos 1.000 vatios".

Independientemente de la precisión de esas cifras (pueden aceptarse a botepronto):


  • ¿Cuántos minutos (u horas) a la semana (al mes, al año...) está la lavadora centrifugando, y cuántos está el televisor encendido?

  • La necesidad de usar el centrifugado de una lavadora ¿es la misma que la de tener el televisor encendido?

  • ¿A qué viene esa comparación? ¿Por qué no se compara el consumo de esos televisores con lo que hay que compararlo, es decir, con el consume de los televisores de tecnología CRT (100 a 150 vatios)?

  • ¿Por qué no se habla de que no hace falta televisores TAN GRANDES (salvo contadas ocasiones)? (no se fabrican TV de plasma de tamaños pequeño ni mediano).


Es un juicio de valor, pero para mí está muy claro: se trata de publicidad encubierta de los fabricantes de televisores de plasma. Realizada por una televisión pública, sin cumplir la ley (no se indica en ningún momento que se trate de publicidad).

Se trata de una noticia "aséptica" en muchos sentidos, y bastante banal. Pero la he querido criticar como reflejo de la manipulación (sobrepasa con creces al mal periodismo) que sufrimos continuamente. Sé que alguno de mis lectores es profesional de la comunicación; me interesa mucho su opinión.