Cualquiera que pasee por el Leizarán, sobre todo entre Olloki y Plazaola, se habrá fijado en que, un año más, falta la iluminación o balizaje de algunos túneles, y se ven cables colgando.
Los cables (y tubos que los contienen) se ven completamente arrancados, de tirón, a mala leche. Y los dejan allí, no se los llevan.
Hace unos años podía caber la duda de si los destrozos podían deberse, al menos en parte, a motivos económicos (venta de cobre, de placas electrónicas, de baterías, etc.). Ya escribí sobre ello. Pero los cables de cobre fueron sustituidos por otros de aluminio, y esto fue señalizado. Es decir, que lo sabe todo el mundo. Además el acceso al valle con coche está restringido (aunque seguro que es fácil de eludir la vigilancia, sobre todo de noche). No es robo.
No voy a entrar en calificativos ni juicios de valor: los hechos hablan por sí mismos.
Fotos del 24-11 tomadas por Paola y Manolo M
Hace 1 hora
No hay comentarios:
Publicar un comentario