Uno de nuestros objetivos principales del viaje era los castillos escoceses, que no nos defraudaron. Es llamativa la gran diversidad de estas construcciones: el castillo-palacio-gran fortaleza, el castillo-castillo, el castillo del lago, el castillo pijo, el castillo vikingo, el castillo de los acantilados, el castillo en el fin del mundo...
Precioso el Valle de las Hadas (Fairy Glen), cerca de Uig (Isle of Skye). Llaman la atención las vacas de las Highlands, con su estética emo.
No había conducido nunca por la izquierda; quizá lo que más extraño se me hizo fue el manejo del cambio con la otra mano. Al principio estaba preocupado, sobre todo, por la seguridad. ¿Sería capaz de hacerlo bien? El siguiente argumento hizo que todo fuese de maravilla: si los británicos pueden, yo también. La guinda fueron esas carreteritas escocesas con un solo carril para las dos direcciones, con frecuentes lugares rotulados "Passing place" para el cruce de vehículos (creo que en los Alpes hay algo similar, y en los pequeños ensanchamientos lo que pone es "Garage").