jueves, 2 de septiembre de 2010

El poblado prehistórico de Goiburu, en Andoain

En Andoain tienen la suerte de albergar un yacimiento prehistórico al aire libre: el poblado de San Esteban de Goiburu, en torno a la ermita del mismo nombre. Fue descubierto en 2000, y ese mismo año se realizaron prospecciones arqueológicas con resultados positivos.

En las catas realizadas aparecieron numerosos fragmentos de cerámica, así como mineral, escorias y objetos de hierro. Se han identificado dos épocas de asentamiento, una correspondiente a la Edad del Hierro (ss. VII-V a. C.) y la otra al Bajo Imperio Romano (ss. IV-V).

Este yacimiento fue el primero de época romana que se ha localizado en el valle del río Oria. Como asentamiento de la Edad del Hierro, su tipología no puede relacionarse con los castros o poblados fortificados localizados hasta 2000 en Gipuzkoa; es único hasta la fecha en ese sentido.

Además de la importancia del poblado, algunos de los restos hallados pueden hacer pensar (aunque no hay ninguna prueba concluyente) que nos encontramos ante una haizeola o ferrería de monte (antigua factoría de obtención de hierro a partir de mineral). Esto también es novedoso en el Leizarán.

Hasta aquí, todo muy bonito. Ahora viene lo malo: el yacimiento carece totalmente de protección patrimonial administrativa. Supongamos que uno de los dueños del terreno quiere cavar una zanja de medio metro de hondo (la roca está enseguida); pues lo puede hacer sin problemas, llevándose por delante todo lo que aparezca. ES URGENTE LA PROTECCIÓN. Si no se protege, una vez más habrá que denunciar y llorar otra pérdida de nuestro patrimonio histórico y cultural (y si se protege quién sabe si también). Y, ya de paso, podía organizarse una excavación propiamente dicha. Para otras cosas bastante más inútiles ya hay presupuesto.


La ermita de San Esteban de Goiburu

3 comentarios:

Jonathan dijo...

Las ermitas de Leizaur y San Esteban las tengo pendientes hace meses... ¿En serio que no tienen nigún tipo de protección el yacimiento?

leitzaran dijo...

Así lo afirma Pérez Centeno en el artículo que publicó hace un par de años en la revista Leyçaur de Andoain. Increíble, pero cierto.

Ujué dijo...

¿No sería un caso de expropiación forzosa del terreno? Así, al menos, (y aunque no se trabajaran las excavaciones) se evitarían los destrozos.