lunes, 30 de marzo de 2009

El misterio de los seles desaparecidos

Hasta nosotros han llegado vestigios de una forma un tanto particular de dividir terrenos en el monte: los seles (sarobeak, saroiak, kortak en euskera). Los seles están relacionados con la regulación de los montes públicos para el pastoreo, ferrerías y otros usos. Tienen la singularidad de ser redondos, y estaban delimitados mediante un mojón central (austerritza) y varios periféricos.

El componente más característico que se conserva en muchos seles es el austerritza. Además del interés de la propia piedra (talla, elementos acompañantes, etc.) nos permiten situar el sel completo y localizar otras piezas (tales como mojones periféricos). Otro elemento que también se conserva muchas veces es el contorno aproximado, que puede rastrearse muchas veces por diferencias en la vegetación (e incluso por las divisiones parcelarias). El contorno también nos da la posición correcta del sel. Y por último nos queda la toponimia, mucho más imprecisa.

En zonas próximas al Leitzaran da envidia (de la verde) ver cómo en muchos seles se conservan tanto el mojón central como todo o parte del contorno. En el valle del Urumea se conocen unos cuantos casos, muy bien estudiados por Luis Mari Zaldua. También en zonas como Deba/Mutriku se conservan abundantes vestigios de seles (esta zona la documenta perfectamente Javi Castro).

Sin embargo, en el valle del Leizarán la situación es muy diferente. Conocemos por los documentos la existencia de más de cuarenta seles. Al día de hoy sólo hemos conseguido localizar dos seles con austerritza y perímetro conservados (Orenzun y Txertogi), un mojón central (Urdalekun) y el contorno de otro sel que no ofrece dudas, pero sin ningún mojón conservado (Ereñabe). Hay un mojón relacionado con uno de los seles de Argarate, pero no forma parte del propio sel. ES COMO SI LOS DEMÁS SELES HUBIESEN DESAPARECIDO MISTERIOSAMENTE.No es fácil hallar una explicación. Mi colaborador Javier Salbarredi opina que, al no estar ya en uso los seles como tales, fueron retirando sus mojones para evitar confusiones con nuevas delimitaciones y amojonamientos, especialmente durante el siglo XIX (separación de terrenos entre Berastegi y Elduain, y privatización de terrenos que habían pertenecido a las ferrerías municipales, entre otros). En todo caso, algún mojón (por ejemplo, el de Urdalekun) se salvó al ser utilizado para una demarcación posterior; incluso es probable que lo desplazasen desde su lugar original. Me parece una hipótesis muy probable. Sería interesante saber por qué se han conservado tantos seles en el Urumea, fronterizo con el Leitzaran.

En un principio, cuando empecé a recoger datos sobre estos seles, tenía la intención de irlos publicando individualmente a medida que tuviese la localización exacta de cada uno de ellos. Pero, en vista de los áridos resultados de tanto paseo entre zarzas y otros inconvenientes, he decidido publicar información de otros seles sin necesidad de conocer perfectamente su ubicación, contentándome con una aproximación razonable. He subido ya una página sobre el sel de Belazarreta, y pronto le seguirán Galoegi y algún otro. Es lo que hay.

domingo, 22 de marzo de 2009

Ovejas peligrosas

"CUIDE SU PERRO, HAY OVEJAS EN ESTA ZONA". Así reza algún que otro cartel de aviso en la zona del monte Aizkorriko, en el valle del Leitzaran.

Más os vale llevar atado al perro, si no queréis que las ovejas acaben con él.

viernes, 13 de marzo de 2009

Primer cumpleaños...


...de un blog modestito (éste). Ayer doce hizo un año de la publicación de mi primera entrada. En total he subido 32 artículos, lo que hace una media de uno cada once o doce días (sobre las medias, recordemos que en el Vaticano hay dos Papas por kilómetro cuadrado).

Desde el principio me hice el propósito de intentar, al menos, un artículo semanal; pero es que hay temporadas en las que no me he asomado por el blog (ni por mi página del Leitzaran, ni casi por internet) que han llegado a ser hasta meses. Pero así parece que funciona la vida.

Esta bitácora (cuaderno de bitácora, más exactamente) me ha permitido conocer a otra gente (blogueros y no blogueros) como Ander, Josean, Imanol, Sergio, Patxi, Jonathan y Josema. Alguno de ellos escribe tan bien que a uno le entran complejos, pero intentaremos mantener la dignidad.

También se que tengo algunos lectores fieles; unos me escriben comentarios, otros no, pero les veo por un agujerito de mi monitor.

Bueno, pues sigo con mi blog con vuestro permiso. Un abrazo a tod@s.

domingo, 8 de marzo de 2009

Silencio y olvido

Hoy hace dos años que un accidente evitable destruyó parte de un resto arqueológico: las paredes de la antigua ferrería de Plazaola, en el río Leizarán. Ante la impasible mirada de los responsables institucionales, el propietario de las ruinas de Plazaola remató la faena sepultando de forma irreversible lo que aún hubiera tenido algún arreglo.

El propietario de las ruinas, propietario también de la hidroeléctrica que originó el desaguisado, es doblemente culpable. Por el estado de las paredes antes del accidente (agravado por un recrecimiento de la altura del canal), y por intervenir en su reparación (de forma catastrófica) sin la autorización y revisión de los arqueólogos pertinentes, tal como indica la ley.

Las instituciones, en particular la Diputación Foral de Gipuzkoa, son doblemente culpables. Por no personarse en el lugar del accidente (fueron debida y repetidamente avisadas) y así evitar el estropicio posterior, y por no sancionar posteriormente al autor de los destrozos (la impunidad ha sido total).

Los restos históricos son patrimonio cultural DE TODOS. En este caso la responsabilidad de su conservación es del Gobierno Vasco, quien a su vez transfiere esta competencia a la Diputación. Las leyes, promulgadas por el GV, son muy claras, y están orientadas a la protección efectiva de ese patrimonio. Pero hay que cumplirlas, hacerlas cumplir a los demás, y sancionar su incumplimiento. Al final, ¿es todo un montaje de "qué buenos somos", y nada más?

Silencio total.

PD - La cultura no son sólo los toros y la SGAE.

PD2 - Los susodichos culpables tienen nombre y apellidos.

domingo, 1 de marzo de 2009

Más paseos por los canales

Ayer, por fin, he conseguido subir a la web del Leitzaran otra página con un recorrido que aprovecha parte del canal de las mil escaleras. Es el Paseo de los canales, llamado así por sus creadores (aunque en realidad sólo se ve un canal). Este es el primer recorrido balizado que se hizo en este canal; lleva ya unos años. El que ha señalizado recientemente el ayuntamiento de Andoain (coinciden durante cuatro kilómetros) es posterior. Aunque sólo una parte de la travesía se desarrolla por el valle del Leizarán, es suficientemente bonita como para tenerla en cuenta. Me ha llevado bastante tiempo la parte gráfica, por no disponer de una cartografía cómoda para mi forma acostumbrada de hacer los croquis.

Caminando por el sendero me pareció que tiene una señalización algo pobre. Sin un mapa (o conocimiento previo de la zona) hay varios sitios "despistosos". Por ejemplo, enseguida de Borda bekoa hay que dejar la pista buena para ir hacia la derecha; a mí se me pasó el cruce: si hubo alguna señal, puede estar casi borrada. Convendría que sus responsables repasasen y ampliasen la señalización actual.

La ruta pasa por sitios bonitos y pintorescos: Lastur, todo el canal, Urdausurbil... casi todos en el sector que transcurre dentro del valle del Leizarán. Pero tiene también tramos de carretera que a mí se me hicieron bastante áridos. Quizá sea el precio a pagar por el hecho de que la ruta empiece y termine en el mismo centro de Villabona.

Este recorrido se asoma un poco a los destrozos y cambios en el paisaje que provocó la construcción de la autovía del Leitzaran; son muy evidentes en algunos puntos, en otros se intuyen. Los conocedores de la zona hace más de dos décadas no necesitan más aclaraciones. Pero no todo es negativo. Puede verse también cómo se recuperó una vaguada usada como escombrera de los túneles de la autovía: el área de recreo de Komizar.