sábado, 24 de mayo de 2008

Crónica de la Gente de los Ríos

A veces, como todo hijo de vecino, uno tiene sus lapsus. Hablando de la central de Iberdrola en el Leizarán, se me ocurrió mencionar el pueblo aragonés de Biescas... ¡cuando debería haber puesto Bielsa! Se parecen, ¿verdad?, y los dos están en el Pirineo.

Una amable lectora, Begoña Pérez-Fajardo, me escribió advirtiéndome del error (hace como año y medio). Lo bueno de los correos que intercambiamos entonces fue el descubrimiento de que Begoña estaba trabajando en un libro. No un libro de papel, al uso, sino publicado en internet. Por entonces habían visto ya la luz (bueno, más bien los bits) los primeros capítulos. Acabo de recibir otro correo de Begoña informándome de nuevas aportaciones a la obra.

La autora del libro vive en la comarca del Sobrarbe, más exactamente en el valle del Ara. En esos pueblos se vive en, con y para el río. El libro se llama Crónica de la Gente de los Ríos. Os invito a saborearlo detenidamente.

Éste es el último correo de Begoña:

¿Te gustaría saber cuál fue la última misión de la 43 republicana en la Bolsa de Bielsa? Te has parado a pensar cómo a orillas de los ríos se sabe que viene una inundación?¿Se te ocurre cuando pudo nacer el último pueblo del Delta del Ebro y por qué?..¿Te gustaría navegar por los meandros del Aragón a orillas de la aldea de Tiermas?¿Te animarías a protagonizar el primer descenso de rafting del mundo?¿Nos acompañarías por la senda que inició los derechos humanos? ¿Desearías ser testigo de un Alto Gállego sin presas? ¿Viajar a la estepa rusa para conocer uno de los primeros alegatos de la Nueva Cultura del Agua escrito desde una isla fluvial?..

Y tras tanta exploración…¿te vendrías a descansar y tomar algo con nosotras al mesón Frechín de Janovas?

Si tu respuesta es positiva sólo tienes que navegar hacia La Crónica de la Gente de los Ríos en WWW.GUASO.COM para leer la última entrega de su primera parte, Tiempos de niebla y humo, centrada en los años 1944-1950 y que continúa el relato de la vida en el Ara y otras cuencas fluviales del mundo..

Crónica de la Gente de los Ríos... sigue dando de qué hablar... Crónica de la Gente de los Ríos... la oportunidad de conocer una parte de nuestra historia demasiada veces silenciada... Crónica de la Gente de los Ríos, que como siempre, le gusta aprovechar la oportunidad para enviar un fuerte abrazo a todo el mundo y sobre todo a los zaragozanos, futuros anfitriones de millones de personas y por tanto, emisarios de la Nueva Cultura del Agua... ¡Muchos ánimos para este envite fluvial y un fuerte río de saludos!

La Cronista de la Mar Fluvial


Mascún, en la Sierra de Guara. Foto: Enrique Gil

miércoles, 14 de mayo de 2008

Iglús en la noche, de Hans Ruesch

Leí esta novela de chaval (o sea, hace mucho tiempo). Me impresionó. Aunque se encuentra agotada desde hace lustros, los reyes me han conseguido este año un ejemplar de segunda mano (edición del Círculo de Lectores), así que he podido vivirla de nuevo. Estos párrafos los entresaco de la reseña que aparece en el propio libro:

"En esta novela nos sumergimos en la vida de una pequeña familia de esquimales polares que vive en el ambiente crudo y riguroso del 'techo del mundo'. En ella resalta la humanidad de un pueblo que no tiene igual en el mundo y desfila una galería de personajes inolvidables.

"Cuando los esquimales toman contacto con la civilización de los blancos, surgen dramáticos conflictos donde los blancos salen gananciosos por la fuerza de su ciencia y de su tecnología. Pero los esquimales, con su coraje y su orgullo primitivos, se comportan dignamente."

Bien contada, y muy fácil de leer; el colmo sería hacerlo en medio de una tormenta de nieve.

Foto: wikipedia

sábado, 10 de mayo de 2008

Nueva tregua para Praileaitz

Estos días pasados ha aparecido la noticia de un expediente sancionador a la empresa que explota la cantera de Sasiola (Zeleta, S.L., del grupo Amenabar). Esta cantera amenaza gravemente a la cueva prehistórica de Praileaitz, y está destruyendo su entorno.

El expediente lo promueve la Agencia del Agua del Gobierno Vasco, por incumplimiento de la Ley de Costas, a raíz de una denuncia presentada por la asociación Mutriku Natur Taldea. Además de la sanción penal o administrativa que pudiera corresponder, la empresa estaría obligada a "la restitución de las cosas y a la reposición de la zona afectada a su estado anterior, con la indemnización de daños irreparables y perjuicios causados".

Por el momento, la parte de la cantera que afecta a la cueva de Praileaitz continúa parada. Lo que me parece increíble es que un departamento completamente ajeno a la arqueología y la cultura (la Agencia del Agua) consiga lo que se hubiera esperado de la Consejería de Cultura, que no ha movido un dedo.

Puede verse la noticia en Diario Vasco, Noticias de Gipuzkoa, Gara y el blog de los Amigos de Praileaitz.

lunes, 5 de mayo de 2008

La ley del más fuerte

Va uno caminando tranquilamente por la vía verde, con su familia y con unos amigos y sus hijos. Hace un día estupendo. Todos contentos y felices, pensando ya en almorzar.

De repente aparecen media docena de energúmenos en sendas BTTs, y nos sobrepasan a toda velocidad y casi rozándonos. Alguno nos dice, gritando, que nos apartemos.

Podía haber sido peor: dentro de un túnel (iban sin luces), o haberse llevado por delante a algún niño.

Las vías verdes en general (y la del Plazaola en particular) contemplan su disfrute en igualdad de condiciones por parte de peatones, ciclistas, caballerías y similares. Sin más. Se supone que se aplica el sentido común y el respeto mutuo. Nadie tiene prioridad sobre otros tipos de locomoción. Más aún: qué mejor lugar para aplicar el respeto al más débil.

Pues, no señor. La escena que he descrito antes es bastante más habitual de lo que se pudiera pensar. Muchos ciclistas piensan que una vía verde es un bidegorri para su uso casi exclusivo, y que los peatones son elementos espurios que no hacen más que estorbar. No me lo invento. Invito a quien lo desee a ir a comprobarlo cualquier fin de semana de buen tiempo.

Hay que decir también que la mayoría de los ciclistas tiene un comportamiento correcto: un amigo mío incluso farda de llevar timbre en la bici y tocarlo (¡!).